Las Claves del Furro

  Lo que voy a escribir no es ninguna receta mágica como la del potaje de nuestra abuela, ni tampoco es una fórmula exacta como la del teorema de Pitágoras, sino una serie de factores y variables que se unen en sinergia y conforman el alma y espíritu del Furro. Así que tampoco tiene que ser válido para todos porque igual priman otros elementos más importantes que los míos en la vida, pero la esencia es que cada uno tenga los suyos propios para no ser un clon de la sociedad.

   Aquí tenemos las "claves" del Furro que se escriben con C.

- Cariño:  Es la piedra angular en mi estilo de vida y, de afrontar el día a día. Me refiero con éste término a que hay que sentirse querido con uno mismo, primordialmente, y sentirse respaldado y/o apreciado, ya sea por un grupo de entrenamiento, entrenador, pareja, amigo.. etc etc. Encontrar a esa persona para dedicarle tus éxitos, expresarle tus dudas, manifestarle tus miedos, intercambiar inquietudes... etc etc. Ya se ha dicho que el amor mueve montañas, pues yo lo quiero emplear que con cariño todo es mucho más fácil y sencillo.

- Camino: Es igual de importante, a mi juicio, que el cariño. En la actualidad con tantas tecnologías, ocio, divertimentos o distracciones nos podemos decidir por cualquier hobby o afición. Por lo que es muy interesante buscar entre tantas alternativas nuestro propio camino. El mío está en Ibiza, y practicando deporte porque me encanta su estilo de vida. Ojo, no persigas el camino que ya está hecho porque no te va a llevar a ningún sitio nuevo. El descubrir el tuyo propio es un excelente viaje a lo desconocido.

- Coraje: Es el valor para hacer cosas. Por desgracia nuestras vidas como los entrenamientos no son un camino de rosas, sino que, a veces, nos topamos con obstáculos, inconvenientes y alguna desgracia. Es en estos momentos cuando descubrimos esta palabra y sabemos de lo que estamos hecho. Por ejemplo, para mí, terminar la travesía de 27km fue un éxito total porque me dá miedo y pánico nadar en mar abierto.

- Constancia: No conozco otra forma de conseguir una meta que no sea con trabajo, trabajo y más trabajo. Es muy duro seguir un plan de entrenamiento que te restrinja, tal vez, vida social o de ocio, pero en ese día a día, de hormiga, está el secreto. Ya no sólo cuenta la calidad del deportista, ahora hay que añadir su perseverancia para conquistar los objetivos. De ahí el dicho: "el que la sigue al final la consigue".

- Competitividad: Hay que ser competitivos con nostros mismos para superarnos y no quedarnos estancados y anquilosados en el pasado. Que no nos gane el miedo al fracaso porque no hay mayor decepción que no intentarlo y, repetir ésta famosa frase de pusilánimes: Y si... Y si... Y si..  pero como no lo intentastes pues no puedes decir nada. "Si mi abuela tuviera testículos sería mi abuelo Ramón", pero no es así.

- Cojones: Sí, COJONES, me refiero a esto para tomar decisiones en nuestra vida y que no sea la vida la que decida por nosotros.