Como si de una nueva versión de software fuera o, de la segunda parte de una película de acción americana, o incluso del último modelo de videojuego creado gracias a más conocimientos, es así como afronto esta nueva etapa deportiva. Hasta ahora sólo me había dedicado a nadar con asiduidad, normal porque era mi deporte, y alguna vez raramenete tocaba la bicicleta de montaña con los amigos o por mi cuenta sola y, tanto de lo mismo en el mundo del runner.
Ahora, ya una vez cumplido los 31, me he decantado por una versión más completa y, por consiguiente, más exigente al querer cumplir retos deportivos tan dispares como travesias, carreras o triatlones. Es un mundo totalmente nuevo y desconocido para mí pero igual de fascinante y estimulante. Para esta nueva etapa cuento con las mismas armas de toda la vida: motivación, ganas, ilusión, trabajo, confianza, constancia, compañerismo, experiencia... etc etc. Estos términos igualmente alguno no lo ha descubierto pero una vez que lo has mamado, es tu pan de cada día, es el ABC de tu espíritu y motivación o, incluso es la legislación de tu comportamiento.
Hoy mismo ha comenzado la nueva andadura del Furro. Sé que habrán días muy malos y complicados por culpa del cansancio, fatiga, frío, desánimo, morriña pero eso es normal, somos humanos, sin estas jornadas seguramente que no conociéramos el lado positivo de las cosas. La verdad que no sé hasta donde llegaré, ni los resultados que obtendré, pero simplemente verme en la salida de los distintos objetivos que me he marcado será una pequeña victoria porque le habré ganado el pulso díario a los entrenamientos.
Con F de Furro.
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