miércoles, 27 de agosto de 2014

Cuenta atrás

    Hoy, 27 de agosto, queda justamente treinta días para conseguir el objetivo de IRONMAN. El reloj ahora empieza a sonar "tik-tok" con más fuerza. Atrás ya quedan los casi cuatro meses desde que tomé la decisión de aventurarme en el objetivo más ambicioso deportivamente hablando. Esos meses ya son parte de mi vida. El día que aposté por esto no sabía a ciencia cierta donde me metía y todos los sacrificios que se necesitaba para llegar en la mejor forma posible.

      Recuerdo claramente como fue ese día de inscribirme en el IM. Era lunes y Campillo vino a casa para ayudarme a hacer el pago para la competición. También recuerdo que al terminar el proceso le comenté que mi objetivo era terminar la prueba con una hora de natación, seis y media de bicicleta y cuatro de carrera a pie. En total hace un cómputo de once horas y treinta minutos. Ya tenía objetivo personal marcado por el que luchar día tras día, pero Campillo rápidamente desestimó mi sueño y me dijo que me marcara la palabra FINISHER. Nunca mas volvimos hablar de mi objetivo pero, yo dolido en mi orgullo por pensar que no valía ese tiempo, me marqué trabajar duramente por conseguirlo.

       No se pueden imaginar lo duro que se hace este camino psicológicamente con entrenos a 35 grados, madrugones los findes de semana para salir a rodar, dolores en las piernas, falta de días libres para disfrutar del verano. Creo que esta parte ha sido la peor que he llevado porque nunca había machado tanto y menos en los meses estivales. Ha sido tan agudo este esfuerzo emocional que me ha dejado vacío y sin ganas de seguir hacia adelante, mas de dos veces, por todo el desgaste psicológico al que te sometes.

     Pero he de decir que si no he tirado la toalla y sigo con ganas e ilusión es gracias a dos personas: Catalina y Campillo. La primera es mi pareja sentimental, la segunda es mi pareja deportiva, pero ambos han sufrido, seguramente, mis bajones y les estoy agradecidos eternamente por el momento que me han dedicado.

      Sin Catalina y sin su comprensión, ayuda y esfuerzo, mi camino hasta hoy no hubiera sido tan fácil como está siendo. Muchas gracias por dejarme disfrutar de este sueño loco que se llama Ironman y, por todas esas tardes de verano que no hemos podido compartir por culpa de mis entrenamientos. Sin duda alguna eres la parte de mi que nadie conoce y que me hace estar al cien por cien cada día. GRACIAS.

     Además, en todo este tiempo Juan Carlos Campillo Vicente (Campillo) ha sido clave y lo seguirá siendo por la función de amo de llaves y/o padrino  que ha realizado conmigo en todo este tiempo que hemos compartido entrenando juntos. Me ha guiado por ejemplo en viajes y, también en competiciones donde me iba a estrenar. No hay duda alguna que sin su presencia este trayecto no hubiera sido el mismo. No me refiero a los resultados, ni al estado de forma sino al camino que he descubierto gracias a tí, Campillo.




domingo, 24 de agosto de 2014

El Semanal

    Ha sido una semana un poco extraña y convulsa por las dolencias del Aquiles que me apareció hace siete días, en Palma. El dolor no ha desaparecido del todo por lo que me ha dejado un poco desconcertado al romper una racha tan buena de meses de continuidad. La molestia ha ido a menos pero no soy capaz de correr sin dolor, así que he decidido no salir a trotar para recuperar y realizar una pequeña sesión de elíptica y, así para quitarme el mono.

     La nota graciosa en el agua fue que el Lunes me olvidé el bañador y tuve que nadar con un bermuda playero. Si cuando la cosa no está para uno pues.... pasan estas anécdotas. Las sensaciones nadando han sido raras como la semana en general, pero lo bueno es que aún así he sabido luchar bien y sacar buenos ritmos. Ya me gustaría siempre sentirme con buena flotabilidad, deslizamiento y rápido pero si no es así hay que enfundarse el mono de minero.

     En la bici para rematar la machada de infortunios pues decir que ayer sábado pinché tres veces y, Alexis me tuve que venir a buscar a San Miguel porque ya la cubierta no daba mas de sí. Han sido tres salidas con claro dominio del terreno montañoso con muy buenas subidas como por ejemplo: a la Cala donde he conseguido mi record personal.

      Después de leer mi breve resumen de estos siete días creo que lo mejor es que mañana empieza otra semana y, así olvidarme de ésta que ha sido complicada y revirada desde un principio.

     Natación: 15.000 metros de natación repartidos en 4 sesiones de piscina (contento por saber luchar).
     Bicicleta: 274 kilómetros en tres salidas (tengo que llevar la bici al mecánico para una itv)
     Carrera a pie: 30 minutos de elíptica (que no cunda el pánico)

miércoles, 20 de agosto de 2014

Carrera a pie

    Si hemos terminado de nadar y de montar en bici, ya sólo nos queda afrontar, la última disciplina de las tres que conforma el triatlón, la carrera a pie. Para poder ser un Ironman tendremos que recorrer la distancia de una maratón (42 kilómetros). Para muchas personas esta longitud sería el objetivo de su vida, para un ironman es la última barrera que tiene que superar para ser un finisher.

     La carrera a pie a mi humilde y prematuro punto de vista como triatleta, es el sector que decide quien va a subirse a los cajones de las medallas. Es cierto que la natación selecciona un grupo, o que la bicicleta marca mucha distancia con los demás pero, a mi ver, la carrera a pie es la que tiene la última palabra porque es aquí en donde se sufre mas por la fatiga acumulada de horas de esfuerzo. También suele darse el caso que de tanta tralla que se han dado en la bicicleta, terminan por estallar corriendo y apareciendo el famoso amigo del mazo. Sin duda alguna para mí la carrera a pie es la disciplina que más castiga, duele y se sufre.

      Mi metodología de entrenamiento es muy básica porque consiste en hacer carrera continua dos veces por semana. Igual parece muy poco para enfrentarme a una maratón, pero con mi dilatado expediente lesivo por culpa de correr es a lo que mas puedo llegar hacer sin sufrir. He decidido hacer menos entrenamientos, menos salidas a trotar, pero primando la continuidad que es lo que mas necesito y la salud de mis piernas. Hasta hoy este sistema estaba dando sus frutos porque estaba encontrando esa continuidad tan ansiada, pero esta misma semana he tenido que parar por culpa de un dolor en la zona del Aquiles.

       La carrera como dije antes es la disciplina que mas castiga, duele y se sufre porque es muy fácil lesionarse. En mi caso es mi talón de Aquiles, vaya cachondeo si ahora me lastimo esta zona y no puedo entrenar durante unas semanas, por lo poco desarrollado que tengo esta zona al haber realizado natación que trabaja, con más ahínco, el tren superior.

lunes, 18 de agosto de 2014

El Semanal

    Con un día de atraso sale la publicación de El Semanal, así que no me lo tengan mucho en cuenta. Fue una semana bastante dura porque ha sido el máximo volumen y carga en las tres disciplinas. Por lo que pueden imaginar que el cansancio es real pero la alegría de soportado es mejor.

     Aprovechando que el viernes era festivo, Campillo y un servidor, nos hemos movido a la isla de al lado, Palma de Mallorca, para reconocer el circuito de la bici del Ironman y acumular kilómetros en las patas. La estancia consistió en tres días con un primera sesión de 180 kms, es decir, una vuelta entera al trazado. En el  segundo día hicimos la segunda parte de 80 kilómetros con la subida al Monasterio de LLuc. Y, para terminar con buen sabor de boca nos cascamos ayer, domingo, un rodaje fácil de una hora de bici más otra hora de transición de carrera a pie. 

     La expedición fue positiva porque se reconoció el terreno al que me voy a enfrentar en cuarenta días y, además he superado mi máxima tirada encima de la bicicleta, con gran holgura, que era de 130 kilómetros, Además he conseguido batirme al realizar estos 180 con una aceptable media y aguantando lluvia, frío y viento. Vaya liberación al llegar a la habitación después de seis horas de esfuerzo.

      En lo que se refiere a natación he podido disfrutar de dos días complicados con series de calidad y otros dos de relax y recuperación. El único punto negro se lo lleva la carrera a pie de ayer, domingo, que la terminé con un dolor feo en la zona del talón de Aquilés. Espero que sólo sea una molestia pasajera por el cansancio acumulado.

      Natación: 15.000 metros de natación repartidos en 4 sesiones de piscina (metros y calidad).
      Bicicleta: 390 kilómetros en cuatro salidas (tengo que cambiar de sillín YAAA).
      Carrera a pie: 120 minutos en dos días (esperar a la evolución de la zona del Aquiles).

miércoles, 13 de agosto de 2014

Ciclismo

    El ciclismo es la segunda disciplina que se practica en el triatlón después de la natación. Es el sector más largo de kilómetros, dependiendo de su modalidad hay de 20, 40, 90 y 180 kms, y de tiempo realizado por lo que hay que dejarle bastantes horas a la semana de preparación.

     En mi caso, el ciclismo, es el peor segmento que realizo de los tres. No es ninguna apreciación subjetiva sino una estadística objetiva cien por cien. En los pocos triatlones que he corrido, en este sector no aparezco, por ejemplo, ni en el top 15 de mejores marcas, mientras que en natación y en la carrera a pie si me dejo ver en esas posiciones punteras.

     La metodología de entrenamientos para esta disciplina no es otra que la de salir con los compañeros cuatro veces por semana. Yo no entiendo mucho o mejor dicho nada de ciclismo y menos de preparación, pero suelo hacer, de normal, dos salidas entre semana de unas dos horas y media cada una como máximo y, las otras dos mas largas para el fin de semana que hay mas tiempo. No puedo afirmar que siga un patrón determinado de entrenamientos como en natación porque realizo lo que los compañeros marcan, pero trabajo el terreno montañoso y el intentar ir a rueda. A parte de esto, existe algo mas?? jeje

      Es aquí, en la bicicleta, donde veo que voy más justo por lo poco que he practicado este deporte en mi vida y, por la duración de más de seis horas que puedo hacer para cumplimentar los cientos ochenta kilómetros. El ciclismo para mi no sólo es una dificultad física, obvio por el esfuerzo, sino también psicológica por los continuos adelantamientos que sufriré. Para este problema mental de no venirme abajo, me he puesto la meta de conseguir una media de kilómetros hora, y ceñirme a ese objetivo sin que me perturbe el rosario de triatletas que me darán caza.

domingo, 10 de agosto de 2014

El Semanal

    Rara, rara, rara ha sido la semana y sus sensaciones. Como si de una montaña rusa se tratara con subidones de endorfina, bajadas escalofriantes al subsuelo y algún terreno llano donde descansar.

     El lunes, por ejemplo, fue un día fantástico con una muy buena sesión de agua y, otra mejor de carrera a pie realizando mi  mejor tiempo en catorce kilómetros. Un día muy satisfactorio porque me exprimí bastante y el cuerpo supo respondonderme perfectamente. El martes al ser festivo, en San Antonio, lo pillé de descanso total para recuperar de días pasados que el cuerpo necesita también sesiones de relax.

     Y, a partir, del día de descanso es cuando empiezan las malas sensaciones nadando y en la bici, Y, no sólo eso sino que se me contagia a mí mismo y voy como aplatanado, más cansado de lo que acostumbro estar y con más sueño de lo normal. Sin duda que no me explico como un día me ha dejado tan descolocado.

      El resto de la semana se ha hecho cuesta arriba por tener que librar sesiones duras con tan malas sensaciones, cansancio acumulado y fatiga extrema. Lo mejor de todo ha sido que no me he rendido y los entrenamientos que me propuse los he terminado con la cabeza bien alta.

      Natación: 15.500 metros de natación repartidos en 4 sesiones de piscina (contento por como he superado los entrenamientos de esta semana).
      Bicicleta: 264 kilómetros en tres salidas (vaya dolor de piernas y sufrimiento agónico en la salida del sábado).
      Carrera a pie: 120 minutos en dos días (feliz por como mis piernas me han respondido)

sábado, 9 de agosto de 2014

Natación

    Con la publicación de hoy "Natación" pretendo tratar de explicar las tres disciplinas del triatlón desde mi punto de vista, con sus puntos negativos, forma de entrenos y demás.

     En todo triatlón se empieza con el sector acuático que puede variar de 750 metros que sería el sprint, hasta los 3.800 metros que sería una distancia Ironman. Al ser la primera disciplina que se realiza en el triatlón no es definitiva a la hora de engalanar a un vencedor, pero si puede ser un corte claro para los que no van a luchar por la victoria. El gran problema de la natación, a mis ojos, es la salida de la competición por evitar posibles codazos, patadas o tirones en los pies por parte de los demás participantes. Es aquí donde radica el principal escollo de la modalidad acuática. El nadar en mar, en río, con olas o medusas es para todos por igual de ventajoso o perjudicial.

    Al haber practicado y, además, competido en natación desde bien pequeño, éste sector lo considero mi punto fuerte del triatlón. Todos mis compañeros me aconsejan que no me guarde nada y que si puedo aventajar 3 minutos, mejor que dos, o si son cuatro mejor que tres. Es aquí donde tengo que aprovechar mis virtudes. No en vano le dedico cuatro sesiones semanales de entrenamientos para no confiarme y descuidar mi estado óptimo para enfrentarme a los 3.800 metros del Ironman.

     Para ello nado entre quince ó dieciséis mil a la semana planteados en cuatro días con objetivos bien claros y distintos. Un día lo dedico a series largas para trabajar el aeróbico que el Ironman no es otra cosa que una prueba de fondo y resistencia. Otra sesión, por ejemplo, va enfocada a lo contrario de la anterior que es lo anaeróbico con repeticiones de series con poco descanso para trabajar con fatiga. El siguiente día suelo hacer un trabajo más específico de piernas con aletas, palas y algo de estilos para variar del crol. En la última sesión no busco más allá que nadar sin más, pero sé que al final me caliento y termino estrujándome como un primo.

       El orden de las sesiones semanales no es el mismo que el explicado anteriormente, así evito caer en la rutina.

domingo, 3 de agosto de 2014

El Semanal

    Nunca hubiera imaginado que me iba a alegrar tanto por un domingo como el de hoy. Pero después de los siete días de entrenamientos, hoy ha sido la recogida de los frutos como muy bien decía Campillo esta mañana en la sesión de bicicleta.

     No sólo ha llegado Agosto, calor y más sofoco en esta semana sino que también unos pedazos de entrenos guapos guapos. En la piscina, por fin, he tenido una semanita sin estrujarme a intensidades fuertes y sin series cronometradas aunque se ha suplido con un considerable aumento de metros aeróbicos y, un buen test de 30 minutos que lo he superado como bien me marqué.

     En el mundo de las dos ruedas (bicicleta) las sesiones de esta semana iban más encaminadas al terreno montañoso. Recuerdo todavía la salida del martes con sus seis Ses Marrades de kilómetros y medio o, las tres calas del sábado con viento y humedad desagradable. Una vez realizado este trabajo no queda otra que sentirse orgulloso por haberlo dado todo y llegar a casa con el depósito en reserva.

     La mejor noticia, sin duda, es en la carrera a pie donde ya voy haciendo tiradas de cerca de una hora a ritmos de cuatro minuto aproximadamente. Es el sector que menos dedicación le he ofrecido hasta ahora por el miedo de volverme a lastimar.

     Natación: 17.600 metros de natación repartidos en 5 sesiones de piscina (contento por haber sabido sufrir en el test de 30 minutos con tanta fatiga acumulada de la bicicleta).
     Bicicleta: 341 kilómetros en 4 salidas (vaya semana de subidas, buff).
     Carrera: 110 minutos en dos días (feliz y muy cansado de piernas).

sábado, 2 de agosto de 2014

Agarrarse que viene el coco

    Agosto es.... calor, humedad, playa, fiestas, cervezas, space, conciertos, pero también es el mes por antonomasia y preferido, al menos, en el territorio español para reservar las vacaciones e irse a descansar y olvidarse del trabajo. Pero este año en mi calendario, Agosto, va a ser la piedra angular de la preparación al IM. Será el mes de carga de metros en la piscina, de kilómetros sentado en el sillín de mi bicicleta y, esperemos, de horas corriendo por los caminos de alrededor de mi casa.
     Se puede apreciar que no es muy halagüeño los próximos 30 días que se acercan de la planificación. Es sin duda el mes de acumular fatiga muscular y de saber luchar con el cansancio mental. Es una barrera que tiene fecha de inicio (01/08) y de caducidad (30/08) y, que hay que superar para llegar con las mejores armas y confianza si se quiere competir con seguridad.

     La idea no es otra que hacer las mismas sesiones que tan buen resultado me están dando pero con un aumento de esfuerzo, tiempo, carga o metros. Por ejemplo, seguiré nadando cuatro días por semana pero subiendo los metros de cada sesión. En la carrera a pie ya estoy exprimiéndome casi una hora por día que salgo, y en la bicicleta ya estamos haciendo salidas de más de cuatro horas que son más de ciento veinte kilómetros. Ah, no me quiero olvidar de las famosas transiciones de bicicleta más carrera los domingos a medio día con la fresca, jejeje.
     
       Sólo llevamos dos días de este caluroso y fogoso mes y ya noto que es especial porque llevo dos machaques encima que no es muy sano. Ayer, cuatro mil de nadar y una carrera de catorce kilómetros que me dejó en el límite de la extenuación y, hoy cuatro horas de bicicleta con sus tres calas de terreno montañoso más una buena sesión de natación de treinta minutos que lo recordaré para siempre por el tirón que he sufrido, en el cuadriceps, al salir de la piscina. Bochornoso!!!.

       Igual este año me cambia la idea y el concepto de AGOSTO.