Siguiendo con las anteriores historias de mi reenganche al deporte, quería seguir con la serie de porqué ahora he vuelto con ganas e ilusión. En la última entrada al blog, hablé de como quiero descubrir por mí mismo ese camino de entrenarme con todos mis conocimientos y experiencia adquirida en mi época como nadador. Y, hoy pretendo tratar de porqué se ha dado el momento exacto para ese descubrimiento.
Partiendo de mi forma de pensar que las cosas ocurren,"por algo" en un determinado momento. Tuve la suerte la semana pasada de toparme con la película "The Walk" que traducida al español es: "El Desafío". Toma yaaaa. Que viva España. Después de un tiempo intentando conseguirla, un buen amigo me la grabó por iniciativa propia y con especial hincapié a que la viera, así que mi forma de pensar que "las cosas ocurren por algo" sigue más vivo que nunca. La trama de la película trata de como Philippe Petit (un funámbulista) cumple su sueño de cruzar las torres gemelas de NY por su milimétrico alambre de acero.
Lo que admiro de esta persona o profesión es como consiguen mantener el equilibrio por algo tan milimétrico jugándose la vida y riéndose de ella de una forma tan libre y pura, que parece que es un juego. Mi admiración es mayor hacia este gremio por ver como con su EQUILIBRIO son capaces de alcanzar sus sueños y, yo en cambio sin hacer algo tan crucial por mi pellejo no llego a obtener ese plus de"equilibrado".
Me ha costado más de 18 meses volver a engancharme a algo tan vivo y único como fue el sueño del Ironman en 2014, pero creo que por fín de muchísimos años, erre que erre y tropezándome siempre con mis miedos, he conseguido entender ese término fantástico llamado equilibrio, y poder aplicarlo en mi camino, que ya ha empezado, con un extra en seguridad, valentía, decisión y confianza para solventar esos momentos de dudas, superar esos bajones de ánimos y convivir con esas malditas lesiones que no me dejaban disfrutar del día a día de mi tesoro más brillante (Catalina).
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