Así es como me siento después de volver de este tiempo lesionado del talón izquierdo y tibial derecho. Es algo muy frívolo decir tal afirmación después de estar más de 20 días sin entrenar una especialidad del triatlón ( natación, bici o carrera), pero también es cierto que no he estado parado totalmente porque he pasado algunas horas en el gimnasio levantando hierros.
En los entrenamientos de natación de la semana pasada las sensaciones no eran muy malas para todo este tiempo de inactividad. Me sentía bastante tosco y hundido nadando pero sabía que con unas cuantas sesiones mas esa sensación desaparecería, y así ha sido hasta el día de hoy que posiblemente haya hecho mi mejor entreno de agua desde que llevo en esta isla.
En la especialidad de bicicleta las primeras impresiones de la semana pasada fueron muy óptimas porque no sentía ningún tipo de dolor y molestía al dar pedales. El trabajo en el gimnasio para fortalecer las zonas y el descanso obligado estaba dando sus resultados. Ya, en esta semana las impresiones favorables de hace siete días se confirmaban como una realidad al realizar dos entrenos muy buenos en solitario rodando a media de 30 km/h.
Y, como decía la propaganda de este verano, "no hay dos sin tres", es así. Ya me he atrevido a hacer algo de carrera aunque sea ayudado por máquinas como es la "elíptica" o "cinta". Es la disciplina que peor lo llevo por el golpeo en el suelo que es algo agresivo para el tibial y tobillo.
Sumando y conjugando todas estas buenas sensaciones e impresiones de la semana, la afirmación de Mejor... imposible creo que es muy cierta porque nadando y en bicicleta nunca me he encontrado con tanta fuerza y rapidez y, en carrera pues estoy empezando con buen pie, jejeje.
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