Como ya saben el jueves pillé el avión para Barcelona para disputar la tercera edición del Cmpto de España Master de aguas abiertas, que se celebró en Vilanova i la Geltrú. Ahora les comentaré lo que ha acontecido estos días atrás hasta el día de hoy, que todavía me encuentro en la Ciudad Condal, así que todavía puede ocurrir cualquier imprevisto antes de regresar a Ibiza a las 20:45. Allá vamos...........
El fin de semana está siendo algo caótico y, desde Ibiza ya se anunciaba con el retraso del avión, así que en vez de llegar a las 23.30, aterrizamos en Barcelona cerquita de la una de la madrugada. Aprovecho para agradecerle a Oscar su interés de irme a buscar al Prat aún con el retraso. Lo más gracioso de todo es que a Oscar no lo conocía hasta ese momento, así que el favor todavía es mayor. Me trajo a su casa, me explico un poco su barrio, y cambiamos un poco de información hasta que el cuerpo nos aguantó, que él al día siguiente curraba.
Después de dormir sólo 7 horas, me despierto el viernes con ganas de aprovechar mi estancia acá, además el día está buenísimo, y me voy al santuario de la natación española, es decir, las piscinas olímpicas Bernat Picornell. La sesión consistió en nadar alrededor de 1.500 metros para desentumecer músculos y articulaciones. Ya, por la tarde, con Oscar en casa decidimos estrujar el viernes y nos fuimos a la playa del Forum que había un poquito de fiesta, pero el problema que nos alargamos algo y regresamos a las 02.00.
No conseguí dormir más de 8 horas, así que a las 10 ya estaba en vilo con ganas de empezar a competir. Almorcé a las 12:30 y, una hora más tarde ya estaba saliendo de Hospitalet para pillar cercanías, tren y demás para llegar antes de las 15 horas a Vilanova. El recibimiento no fue todo lo bueno que esperaba porque no salía en el listado de participantes al haber un error con los apellidos a partir de la P, así que yo sufrí esa incidencia y me concedieron un dorsal inventado que sólo me daba derecho a nadar con las categorías mayores de 55 años, así que no pude luchar de tú a tú con los de mi año, porque ellos nadaron en la primera salida y yo en la tercera 10 minutos posterior. Por lo que la competición pasó a ser una crontrareloj contra mi grupo de edad. Con este percal montado, y después de intentar convencer a la organización de que me dejara nadar con mi grupo de edad, la suerte ya estaba echada. No quedaba otra que salir fuerte y terminar más fuerte, si la fiesta de ayer no me había consumido toda la energía.
Los momentos de lamentarse ya no valían y no me iban ayudar, así que no toca otra que enfundarse el mono de superhéroe y salir a competir y, eso fué lo que hice nada más escuchar el pistoletazo de salida. Tuve algo de fortuna al coincidir con dos chicos jóvenes que tuvieron mi mismo problema y, que salieron a tope desde el principio y, me valieron de referencia la primera vuelta (1500. metros) En estos primeros mil quinientos me encontraba bien pero no con fuerzas para aumentar el ritmo y hacer un demarraje a mis compañeros de contrareloj. Pero nada más terminar el primer giro me dijé: FURRITO HAS VENIDO A DISFRUTAR Y DARLO TODO, ASÍ QUE JUEGA TUS BAZAS, y así hice. Me olvidé de mis compañeros, y mi cabeza empezó a maquinar de una forma descomunal acordándome de todo lo que he sufrido hasta ese día, de las personas que han confiado en mí como mi entrenador, y además mi cabeza empezaba a tatarear la canción de "good feeling" que dice: tengo el corazón de 20 hombres, sin miedo de ir a la jaula del león, no puedo rendirme, no es una opción, tengo que perforar la tierra. En este caso lo que perforé fue al subconsciente que te dice que estás cansado y, que no te deja luchar más allá de lo desconocido.
Con éste subidón de adrenalina empecé a bracear estos segundos mil quinientos que me costó dos buenas desorientaciones y unos 100 metros extras, pero me daba igual porque estaba totalmente crecido y valentonado en lo que hacía al cien por cien. Ya sólo pensaba en bracear, luchar, proyectar positividad y seguir con mis amigos de "goog feeling" que me guían como un pastor a sus ovejas. No tenía ni idea de como iba de ritmo, ni que tiempo habían hecho los de la primera salida, o como iban mis dos colegas de fatiga que no los veía. Yo iba totalmente cegado en mi empeño de seguir batallando hasta que mis brazos pudieran y, casi como un reloj suizo las fuerzas empezaron a abandonarme en la última boya que precedía a los últimos cien metros. Después de 2.900 metros dándolo todo aparece el duo que supuestamente demarré a mitad de prueba, seguro que me desorientación me costó unos metros extras,para jugarme con ellos un sprint de un hectómetro a cara de perro. En dicho sprint ya no tenía fuerza, así que me dediqué a nadar a golpe de frecuencia como podría hacer Estiarte en su época de waterpolista. No es la mejor solución pero me valió llegar antes que ellos.
Después de nadar un 3.000 a contrareloj, a pecho descubierto sin guardarme nada, estoy supercontento y orgulloso de mi actuación por la manera de afrontar la prueba. El tiempo final y oficial todavía no lo sé porque la organización no ha parado de cagarla desde el principio. Con éste reto terminado ya sólo queda centrarme en el más complicado que me he marcado en mi vida, los 27 km de la travesía de la Batalla de Rande a Nado, el 7 de julio. Como anécdota quedará que gané la categoría master de 30 a 34 años.
He notado con el paso de los meses que los entrenos los he asimilado bien, porque cada vez hago mejores tiempos en las series cortas como en las largas. Así que veo una retroalimentación muy positiva en tood este esfuerzo que hago con tanta ilusión. No queda otra, a seguir luchando de igual manear, Furrito.
