El lunes pasado empezó un nuevo mes, octubre, y con el vino la metamorfosis del Furro. Ya queda atrás ese período de visitas, queridas y fantásticas visitas, saliditas nocturnas o, tardes en la playa viendo atardeceres para dar paso a la actividad deportiva. El descanso era merecido porque llevaba muchos años, apróx 9, sin tener una rutina tan constante de deporte y esfuerzo, además me sirvió para reponer pilas después de la Batalla de Rande (Vigo).
Toda preparación deportiva tiene su momento de PRETEMPORADA, en fútbol lo utilizan para hacer dobles sesiones de trabajo o probar estilos de juego, que duro no?, en la mía no hay tanta difusión mediática cuando alterno en la misma tarde un entreno de natación con una salida a rodar. Esta época de la temporada la califica, para mí, como la más bonita. Mi recuerdo de bonita es: por todos esos años de natación donde nos presentábamos en la piscina a primeros de septiembre, después de un mes sin vernos y sin hacer nada, con las mejores intenciones del mundo para que éste año fuera el nuestro. La intención era bastante buena pero ya saben ustedes como somos los canarios, jejejeje, (son bromas).
No todo son recuerdos buenos o lindos de la Pretemporada, también los hay de dureza, porque después de un mes sin hacer nada de nada, es cuando aparecen las molestosas agujetas al hacer una serie de 50 abdominales, una carrera continua de 30 min, unas flexiones de brazos.... etc. Esta "dureza" no le quitaba ni un ápice de glamour al momento, es más sin estos esfuerzos seguro que no lo apreciaríamos tanto.
Después de una decada, los recuerdos de la pretemporada son los mismos, es como si estuviera en la película del día de la marmota, porque me presento lleno de moral e inyectado de energría para afrontar este nuevo año, al igual que cuando tenía 16,17 ó 18 años, y también repleto de agujetas en los abdominales, pectorales, cuadriceps.... etc. El final se repetirá o hay uno diferente ??
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