Las Islas Canarias han sido un punto geográficamente estratégico para muchos navegantes y corsarios célebres como Cristobal Colón o, el mismo, Nelsón, que se disponían a aventurarse hacía el nuevo mundo o, hacía la famosa ruta de las sedas (India), y que les servía de abastecimiento de enseres y personas. Por lo que pueden imaginar que ha sido una tierras de épicas luchas por parte de piratas, corsarios y nobles por el dominio de éste enclave sin igual.
Ya, en el siglo XV ( 1402-1496) la Corona de Castilla se propone la conquista de las "Afortunadas" con el fin de formar parte a lo que hoy conocemos como, nuestra querida, España. Los historiadores afirman y reconocen que la conquista castellana llevada a cabo por Jean de Bethencourt y Gadifer de la Salle fue bastante larga y complicada por la fuerza de la resistencia aborigen.
Después de casi cien años de conquista y ciento de batallas europeas por el dominio del archipiélago, es normal que ese carácter luchador y guerrero plasmara un juego autóctono de fuerza, lucha, bravura y técnica que es conocido como La Lucha Canaria. No puedo afirmar con total seguridad y rotundidad que exista en otra comunidad autonómica un juego de lucha como puede ser la canaria. Así que los atributos que se nos conceden de lentos, calmados, sosegados o incluso aplatanados que es el más utilizado no nos hacen justicia.
Toda esta historia es muy antigua y quedó atrás, hace muchos siglos, pero este sentimiento de ser canario para mí es un honor y un orgullo porque llevo ese carácter luchador y guerrero que tanto se necesita en esta sociedad actual y en los objetivos deportivos que me marco.
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