No voy hablar del programa de Telecinco (Tú,si que vales) pero en realidad viene bastante relacionado. Quiero tratar en esta publicación que no hace falta llamarse David Meca o Josef Ajram para conseguir esos retos que parecen destinados a los elegidos. Yo, que no soy nada parecido a un psicólogo deportivo o coaching, figura que está últimamente tan de moda, desde mi humilde punto de vista creo que si tenemos los elementos del GTI, poseemos todo lo necesario para triunfar.
Para mi las siglas GTI, (Ganas, Tiempo e Ilusión) integran esos valores que son necesarios para afrontar nuestro particular Everest. Y, me refiero a nuestro porque debe ser una meta que nosotros mismo nos hallamos marcado. Seguramente hay otros valores igual o mas necesarios como: sacrificio, esfuerzo, constancia, personalidad.. etc etc, pero yo me he marcado estos tres que además hacen referencia a mi primer coche que tuve. Los beneficios de ser el hijo más grande, jejejejejeje.
Como nos habremos propuesto, de antemano, un reto difícil de conseguir que es lo normal porque sino no se denominaría así (reto). Hay que tener muy en cuenta, el primer elemento del GTI, nuestras Ganas por conseguirlo. El camino hasta el día D es muy largo y monótono por la espiral de entrenamientos, cansancio, trabajo, poca vida social, responsabilidades.. etc etc. Es aquí donde nos daremos cuenta de las ganas que poseemos para luchar contra las adversidades y salir de la zona de confort. Sin sufrimiento no hay recompensa, así que a buscarlas......
El segundo elemento es, el valor al menos mas apreciado para mí, el Tiempo. No quiero ponerme místico ni transcendental pero el tiempo si que no se puede recuperar. Yo estuve cerca de 10 años sin hacer deporte una vez que dejé de nadar, y desde hace dos años he vuelto a las andadas deportivas. Ese tiempo es irrecuperable pero tampoco me preocupa porque estuve haciendo otras cosas que en ese momento me agradaban más. Lo importante es saber si tienes tiempo suficiente al día para entrenar con ganas. Tal vez tengas otras responsabilidades o cargas que no te dejen hueco al día para entrenar, pero eso ya lo tienes que valorar tú mismo.
Y, por fín el último integrante del trío, la Ilusión. El reto nos debe ilusionar tanto que el camino que nos hallamos planteado sea lo suficientemente fascinante para disfrutar de él. Por eso hablaba antes de un reto personal. Hay que encontrar un objetivo que sea nuestro y que nos ilusione a nosotros que somos los protagonistas de esta novela. No hay que seguir, nunca, las metas de los demás.
Mi método (GTI) seguramente cojea de uno o de los dos pies o, carece de argumentación sólida para animarte a tus desafíos, pero igual te ha hecho pensar que no es tan difícil llegar a esa meta.
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