La preparación para septiembre pasa por ir quemando etapas y sumando pruebas a las piernas y, la del sábado es perfecta porque cumple los objetivos de una prueba dura por la hora que se celebra que es a mediodía, la localización de Riaño que está a más de mil metros del nivel de mar, el tramo de bicicleta que no está permitido el drafting "chupar rueda" y, para colmo, hay que correr una semi maratón para darlo por finalizado, casi nada.
El objetivo no es otro que verme en escena en una distancia nueva y poder dominarla para llegar a ser Finisher. Las dudas de si podré bajar de 5 horas, luchar por un gran registro, batallar con los demás de cara a cara o, hacer una media maratón de menos de 1 hora 45 minutos queda al margen de todo, porque lo importante es ser, como dije antes, Finisher y, volver con una lección bien aprendida a la isla que me sirva para el gran día. Esto no implica que vaya a ser conformista en la competición, es todo lo contrario porque lucharé sin ningún prejuicio al ser mi estreno.
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