Aprovechando que el viernes era festivo, Campillo y un servidor, nos hemos movido a la isla de al lado, Palma de Mallorca, para reconocer el circuito de la bici del Ironman y acumular kilómetros en las patas. La estancia consistió en tres días con un primera sesión de 180 kms, es decir, una vuelta entera al trazado. En el segundo día hicimos la segunda parte de 80 kilómetros con la subida al Monasterio de LLuc. Y, para terminar con buen sabor de boca nos cascamos ayer, domingo, un rodaje fácil de una hora de bici más otra hora de transición de carrera a pie.
La expedición fue positiva porque se reconoció el terreno al que me voy a enfrentar en cuarenta días y, además he superado mi máxima tirada encima de la bicicleta, con gran holgura, que era de 130 kilómetros, Además he conseguido batirme al realizar estos 180 con una aceptable media y aguantando lluvia, frío y viento. Vaya liberación al llegar a la habitación después de seis horas de esfuerzo.
En lo que se refiere a natación he podido disfrutar de dos días complicados con series de calidad y otros dos de relax y recuperación. El único punto negro se lo lleva la carrera a pie de ayer, domingo, que la terminé con un dolor feo en la zona del talón de Aquilés. Espero que sólo sea una molestia pasajera por el cansancio acumulado.
Natación: 15.000 metros de natación repartidos en 4 sesiones de piscina (metros y calidad).
Bicicleta: 390 kilómetros en cuatro salidas (tengo que cambiar de sillín YAAA).
Carrera a pie: 120 minutos en dos días (esperar a la evolución de la zona del Aquiles).
Natación: 15.000 metros de natación repartidos en 4 sesiones de piscina (metros y calidad).
Bicicleta: 390 kilómetros en cuatro salidas (tengo que cambiar de sillín YAAA).
Carrera a pie: 120 minutos en dos días (esperar a la evolución de la zona del Aquiles).
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