Ya puedo decir, por fin, que he hecho un triatlón en la modalidad de distancia olímpica (1,5 kms de natación - 40 kms de bici y 10 kms de carrera a pie) y que ha sido un auténtico subidón de adrenalina desde el día anterior, por la convivencia de mis amigos que son a la vez mis compañeros de club, hasta el momento de cruzar la meta.
El triatlón era el domingo en Cala Millor (Palma de Mallorca) así que hubo que pillar avión para llegar a la isla más grande de Baleares donde me estaba esperando Ojeda, pedazo de anfitrión que es porque no sólo me fue a buscar al aeropuerto sino que además fuimos a nadar a la piscina y a comer a su casa. Ya una vez comido, partimos (Ojeda, paquito y yo) hacia el Este de Mallorca (Cala Millor) para llegar antes de las 19 horas que hay que pillar dorsales, dejar bici en boxes y preparar bolsas de carrera para las transiciones. Todavía quedaban más de 15 horas para darse el pistoletazo de salida, pero mi inexperiencia en este deporte se notaba porque me sentía totalmente nervioso e inseguro en hacer o tomar alguna decisión por mí mismo. Le agradezco a Ojeda, Paquito, Josep y Campillo los consejos de organizarme las bolsas, preparar la estrategia o escuchar palabras de ánimos que fueron muy bien recibidas. Gracias, amigos!!!!!
Sin ninguna duda el día anterior, a la prueba, siempre florecen un poco los nervios por esa inseguridad creada por uno mismo o esa tensión autoimpuesta, pero como reseñe antes las palabras de mis compañeros, en la cena, y la forma de como me lo transmitieron me calmaron bastante. Ya sólo quedaba dormir para llegar lo más descansado y fresco a la cita.
Con este panorama se hace las 07.00 A.M. hora señalada para despertarnos, pero Paquito decide dar 10 minutos de cortesía para así añarar un tiempo extra de relax (jejeje), desayunar, terminar las jo... bolsas de transiciones y partir a los boxes para encontrarnos con los demás. El tema de conversación al juntarnos fue unánime, "has visto que olas" y "que viento hace para la bici". La verdad que para ser mi primer triatlón no eran las mejores condiciones por el molestoso invitado de última hora (el viento), pero es igual de fastidio para todos por lo que no queda otra que ponerse el neopreno que esto ya comienza.
Con tan sólo diez minutillos de calentamiento de natación y unas últimas palabras de ánimos entre nosotros, la hora de empezar se nos echó encima con la voz de YA!!! por parte del juez árbitro. La entrada a la playa no fue fácil porque tenía que saltar olas, correr sin caerme para que no me pisaran y evitar los empujones de los demás, pero ya una vez nadando me coloco en la cabeza del grupo y sigo a la moto de agua que me hacía de guía. Las dos primeras boyas me cuestan de rebasar porque se nada en contra de marea y es muy difícil avanzar con tanto vaivén, pero ya una vez enfilada la tercera todo cambia porque ya nado hacía la orilla con la ventaja del viento y, decido de cambiar mi forma de nado por uno más cómodo y largo para no fatigarme tanto que el tramo de bicicleta va a ser duro, pero antes tengo que salir de la playa y recorrer el paseo donde recibo un multitudinario recibimiento por parte del público, este recuerdo es imborrable e inexplicable. Buffff. Que subidón!!!!!!!
La natación salió bien, pero ahora toca subirse a la bici y defenderme como un gato panza arriba y arañar kilómetros y más kilómetros. La transición no es nada buena porque duro bastante en ponerme las calas, pero eso era algo con lo que contaba porque nunca lo he practicado. El recorrido no lo conocía pero mis amigos me dijeron que no tuviera miedo que era con bastantes toboganes y subiditas que me iban perfecto. Era verdad, nada más empezar un repechito duro para calentar los cuadriceps y, es en donde me adelanta un alemán. Yo sé que esa no es mi carrera y, que tengo que fijarme en la mía y sólo centrarme en mis pedales y cuentakilómetros. Así va pasando kilómetros y, a tan sólo mil metros de finalizar el tramo de bicicleta, mi gran amigo, Campillo me adelanta, y por tanto compartimos zona de transición.
Última transición que hago rápidísima y, en donde, vuelvo a sentir el latido y aplausos del público. Los primeros metros dela carrera fueron duros porque sentía las rodillas entumecidas y los isquiotibiales como dos puñales, pero el adelantamiento, de nuevo, de Campillo me animó a confiar en mí y ser valiente en seguirle. Ahora es muy fácil decir que me equivoqué persiguiéndolo como un loco a 3,30 el kilómetro pero mi cuerpo me pedía ese subidón. Recuerdo que fueron unos 4 ó 5 mil metros corriendo con un gran amigo en una bonita carrera. Esta vivencia ya nadie me lo podra quitar. Pasado el efecto subidón y mermadas mis fuerzas por falta de entrenamientos de carrera, me hundo y me descuelgo de Campillo pero decido disfrutar con la cabeza bien alta y llegar a la meta con todo lo que me queda dentro. Me restan mas de veinte minutos de esfuerzo para llegar a la meta pero los guiris y los demás compañeros que corrían me alentaban a seguir.
Trás mas de 2 horas y 22 minutos, o algo así, cruzo la línea de meta y, también cruzo una de mis metas que me había marcado hace tiempo, terminar un triatlón. Mi alegría es infnita porque es compartida con Josep, ganador del triatlón, Campillo, tercero en la clasificación, Alexis (14) , Sergio Torres y, de mi Paquito que esta vez no le salió como esperaba. Mención a aparte tiene Ojeda que tuvo que abandonar por problemas de salud, pero el tipo es un grande porque aún así tomó la salida. Mi posición final fue quinto pero me quedo con todas las emociones y sensaciones vividas en esas más de dos horas.
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