No todo es entrenamiento

         Pipi... pipi.... son las 7 de la mañana en la Península, las 6 AM en Canarias, es lo que decía la radio del coche de Josito al dejarme en casa. Ya pueden sospechar que ayer tocó "Jaleo", pero nunca imaginaría que llegara a la misma hora que entre semana empiezo a trabajar.

          Todo empezó con una cenita entre compañeros de faena muy tranquilita donde nos reíamos de todo y todos, no dejamos titere con cabeza, algo muy normal al menos en mí. De momento todo salía perfecto, la noche fresquita, la comida buena y los presentes con ganas de pasarlo divertido. Ya con la cena en el estómago, y con el licor de hierbas facilitando el proceso de la digestión, partimos hacia el Itaca pa ir estirando hombros, calentar rodillas y desengrasar cintura.

           Tras más de 15 minutos buscando un aparcamiento, que le convenciera a Josito porque no quiere ensuciar a su bebé (Audi A4), por fín llegamos. Nada mas entrar al pub pude corroborar que el Itaca es el meeting point de los güiris y, ayer fue el nuestro. Hasta que nos agrupamos otra vez, aprovechamos para dar un baile, un trago e incluso vacilar un poquito con los trabajadores de la gestoría por la que paso todos los días a darle cartas. Buen rato pasé con todos ellos al presentarme por sorpresa diciendo: Hay una carta para tí, Tito, y el bueno de Tito me corresponde con un pedazo de abrazo digno de un colchonero eufórico por la consecución de la Europa League.

              Viendo que el ambiente empieza a bajar, y el reloj marca las 02:30, decidimos seguir con la juerga acudiendo a la apertura del Es Paradise. A dia de hoy sigo asombrado de ésta discoteca, sin ninguna duda la mas bonita de toda la isla, incluyendo Amnesia, Space, Pacha......... Ayer era nuestra noche y se confirmó en el momento que nos saltamos la cola kilométrica que había para entrar y, el detalle que nos dan en la puerta, pases vip.

               Ya una vez pasada la puerta de entrada, diversión, baile, risas, fotos, abrazos, besos, carantoñas y algún encuentro sorpresa inesperado como el de Uri, Noé o María. Y con todo esto, aparecemos otra vez en el coche de Josito escuchando son las 7 de la mañana en la península, y yo pensando en la travesía de 4.000 metros que tengo mañana.