Para TÍ

              El día 24/05/1960 nacía en la localidad de Terde alguien muy especial para mí, mi madre (Esther). Con tan sólo 19 años se casó y al siguiente, siendo todavía un bellezón, me parió en la clínica Cajal.

              Me enorgullezco ser de quien soy porque sin tener ningún título de licencia o diplomatura universitaria, mi madre sabe lo que no está escrito en los libros gracias al MBA (Madres.Buenas.Anónimas) que ha logrado en todos estos años de convivencia a mi lado. En todo este tiempo ha luchado porque su único hijo no tenga carencia de estudios, educación, deporte, salud y sobre todo amor y cariño. Ha sido una lucha diaria en la que muchas veces no se lo he sabido agradecer, lo suficiente como se lo merece, por todo lo que me ha enseñado e inculcado.

               Mis recuerdos de cuando era un niño están centrados en la figura de ella. Recuerdo como en la cocina de casa mientras planchaba, aprovechaba para preguntarme las molestosas y necesarias tablas de multiplicar. Gracias a su constante preocupación por mis estudios desde muy pequeño he podido formarme sin ningún problema. 

                La misma perseverancia que le dedicaba a mis estudios la aplico para el deporte. Si hay una persona responsable de que sepa nadar no es otra que Esther. Ella fué la que se encargaba de llevarme y buscarme a la piscina. Los principios no fueron nada fácil, porque odiaba nadar, pero tras unos años la elección de que aprendiera me sedujo tanto que llegó a ser mi aunténtica pasión.

                 Si la memoria no me falla la figura de mi mamá también aparece conmigo cuando acudía al dentista o al médico (Clínica San Roque) por algún esguince, escayola, radiografía, vacuna..... etc etc. Recuerdo escucharla como me decía: a éste chico le encanta un más un médico, como no tengas nada ya te lo haré yo, jejeje.

                  Y que decir de cariño y amor, si mi madre está formada y constituida por estas dos palabras. Para recordar estos momentos no hace falta irme a la niñez porque cada vez que hablo por teléfono con mi MAMA, se encarga de cuidarme como si fuera todavía su polluelo. Es algo irremediable que sólo lo pueden experimentar las personas que son MADRES.

                   Así que por todo esto, mi mamá es alguien especial, irrepetible y única en la Tierra, TE QUIERO.