15 minutos de carrera.Si ayer era todo subidón y buenas sensaciones, hoy, la situación ha cambiado al otro lado de la moneda. Tenía una salida, de una hora de carrera continua, que la he tenido que dejar en quince minutos por problemas en el gemelo. No es nada nuevo en mi parte médico porque es mi talón de Aquiles particular. Este día sabía que, tarde o temprano, iba a llegar por todo lo que sufro de dolencias en las piernas por lo que cada vez tengo la cabeza mas preparada para estos improvistos y así no derrumbarme mentalmente. A todos nos encanta cumplir, a raja tabla, nuestro planning semanal y sentirnos bien al regresar del entreno pero, a veces, nos ocurre acontecimientos no deseados que nos recuerda todos los esfuerzos diarios a los que nos sometemos por decidir llevar una vida sana. Estos pequeños percances, o invitados no deseados, forman parte del juego y nos ayudan a relativizar que en los días buenos hay que tener los pies en la tierra y, que en los malos no hay que bajar la cabeza y pensar en positivo porque somos mas que un infortunio.
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