viernes, 4 de noviembre de 2016
A lo bueno y, a lo malo.
Como dice el cura en la ceremonia de matrimonio: "para lo bueno y para lo malo", ahora es cuando tengo que afrontar los días no tan buenos, o malos debido a problemas de salud, lesión o de otras características que tambalean la idea preconcebida que tenías de deporte. Es el momento de guardar la ropa, tener paciencia y actuar con cabeza fría. A veces hay que perder para ganar. Por descansar y reposar unos días no se pierde nada y puede que acortes posibilidades a una lesión seria.
Nunca había escrito cuando las cosas eran adversas y me parece un error, porque al igual que yo en su día se encontró un amigo en mi misma situación que me puede ayudar con su experiencia. Siempre solemos fardar de los buenos, magníficos y mágicos momentos del deporte pero existen otros tantos que son muy oscuros y, que nadie los quiere abordar. Ahora mismo estoy con una sobrecarga de cervicales y trapecio que me limita mis movimiento, también tengo hora para una resonancia en la zona del astrágalo por un esguince mal curado de hace dos meses y, además tratarme del psoas porque tengo dolores intermitentes que me duelen cuando trabajo. Total, que tengo un 3x1. Ofertón.
En el pasado cuando escribía en el formato "LAS COSAS DEL FURRO" seguramente estaría embajonado, y sin ganas de escribir porque no había nada interesante que me fascinara. Ahora en " LqL" quiero tratar tanto lo bueno como lo malo para poner mi granito de arena en esos momentos que flaqueamos, y todos no queremos aceptar. Es ahora, cuando uno tiene más horas para juzgar y divagar en pensamientos absurdos y pésimos como: "esto no vale la pena" "otra vez tanto de lo mismo" y, nunca pensamos que éste descanso obligado puede ser una oportunidad para hacer cosas que siempre ponemos excusas, como por ejemplo, leer o quedar con ese amigo que no ves desde hace siete meses. Siempre nos ofuscamos por ese tiempo perdido de la lesión que no sabemos disfrutarlo porque nos quitan el caramelo. Como si nos quemara el nuevo tiempo libre que tenemos a nuestra entera disposición. Disfrútalo que eres libre
Por estos motivos me parece que es fundamental hablar de los momentos más desilusionantes y hacerlos públicos porque no somos los únicos blandos que pasamos por el túnel. Yo ya me he puesto manos a la obra para volver con las misma ganas e ilusión que tenía ayer.
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