Que durísima que fueron las primeras pedaleadas de esta mañana. No tenía muy buena pinta porque sentía los cuadriceps como dos bloques. Seguro que la salida de ayer me dejó tocadete pero es el momento de hacer un buen trabajo de base. Horas, horas y horas o, si lo quieres decir de otra forma, kilómetros, kilómetros y más kilómetro, pero es lo que toca en este momento, viejito.
En el rodaje de hoy tuve la compañía de, mi buen amigo, Nahuel que me alegró tanto su presencia que hasta me pasé del tiempo que tenía pensado hacer. La sesión transcurrió por terreno variado, a un ritmo constante, con facilidad de cadencia. En definitiva, un trabajo al igual de sencillo que necesario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario