2 horas de bicicleta.
500 metros de natación.
Hoy tocó enfundarse el mono de ciclista y pillar la bicicleta que el día lo facilitaba gracias a un Sol primaveral y, una mañana casi sin viento comparada con la de ayer. La salida estaba planificada para hacerla con Isma y Motilla pero por problemas logísticos al final no cuadro como todos pensábamos. Una lástima porque ahora es el momento para salir a rodar, al menos para mí que llevo mucho tiempo sin continuidad, en grupito y pillar ese ritmo y ganas que dejé hace dos años. Otro día cuadramos seguro. No lo dudo.
El fin de la sesión, de hoy, no es otra que hacer kilómetros de una forma constante sin tener ningún sobresalto en forma de susto, ni hacer picos de intensidad mediante cambios de ritmo bruscos. Ahorita es momento de rodar fácil, sin prisas, ni agobios por ir más veloz. Simple y llanamente un trabajo aeróbico que estoy totalmente verde.
Si leyeron bien al principio del todo, recordarán que escribí 500 metros de natación. Al finalizar la bici tenía un tiempo muerto hasta las 14 horas que lo empleé para darme un salto a la piscina y hacer unos cuantos largos. El objetivo no era una sesión de natación sino aprovechar para tocar agua que mañana por estar en Palma no lo haré. Fue medio kilómetro de natación recreativa que no sirve para mucho pero, al menos, me mando un mensaje que hay que saber aprovechar los días que se pueden trabajar.
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