sábado, 5 de noviembre de 2016

LqL


Resultado de imagen de erre q erre    Creo que es hora de explicar el cambio " de las cosas del furro" a LqL, que llevo unos días hablando sobre ello pero sin profundizar en el tema. Esta variante no sólo es en el nombre sino que es una transformación de sentir el deporte. El fin de escribir en "las cosas del furro" era contar mis sensaciones de competiciones y, de vez en cuando, algún post describía algún entrenaco que me tenía excitado de tanta dopamina que había llegado a segregar. Pedazo de sensación de bienestar que uno sentía en esos días, incluso piensas que eres capaz de alcanzar todo lo que te propongas. Ahora, en cambio, quiero tratar mi camino del deporte día a día escribiendo tanto de esos entrenos de ensueño que nos deja palote, como de los días más agrios y duros que nos hunde anímicamente. En definitiva, la famosa montaña rusa de sensaciones y vivencias que no es otra cosa que nuestra vida.

      Leyendo lo anterior parece que la finalidad del blog es normal y lícita,pero el problema venía cuando desaparecía esa droga natural, llamada dopamina, que sólo emerge en esos momentos que entrenaba, por lo que cuando estaba lesionado, desanimado o desilusionado con mi camino deportivo  me desentendía de la escritura y de "las cosas del furro". Es así de patético, cruel y/o realista pero cuando las cosas se torcían como yo tenía planificado, no escribía al respecto. Por eso, ahora, quiero en LqL cambiar esa dinámica y escribir en todas las situaciones para conocerme mejor y, si alguien se siente identificado con lo que lee pues...la uníon hace la fuerza.

       Viendo y sabiendo cual es mi principal problema he querido modificar el titulo del blog, con el juego de palabras del famoso dicho "erre que erre" a, "ele que ele". Me parece el nombre perfecto para el cambio de actitud, y de mentalidad, que tengo que tener ante mis dos grandes hobbis (deporte y escritura).  El mensaje del nombre no es otro que recordarme que hay que ser constantes a pesar de los problemas que vayan surgiendo, para no abandonar el camino, que tanto adoro, cuando se ponga sombrío e incierto.

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